No es una mala mamada ante la cámara. Se le puede dar un sobresaliente a la chica por sus esfuerzos, pero el hecho de que el chico no haya podido correrse con sus caricias sólo demuestra que todavía tiene que aprender y aprender. Deja que vea su propio vídeo y que aprenda de sus errores.
Si hay dos rubias en la casa, los pimientos siempre están de enhorabuena. Y aquí el hermano sólo tiene que elegir quién le sonríe mejor: ¿su madre o su hermana?